Nuevo curso, ecuador de la legislatura y mismos problemas


Nuevo curso, ecuador de la legislatura y mismos problemas

EL curso 2017-2018 se inicia, en el ecuador de la legislatura, con menos incidencias que en años anteriores, pero con problemas reiterados curso tras curso, principalmente la queja de los opositores que denuncian deficiencias técnicas en el desarrollo de los procesos selectivos y de coordinación de los tribunales, errores en la baremación de los méritos y en la confección de las listas de interinos, y retraso en la celebración de los actos públicos.

01-Editorial

El consejero ha manifestado en repetidas ocasiones que “no entiende la gestión de la educación sin escuchar a los sindicatos educativos”. Una declaración de intenciones y una toma de posición esperanzadora, que ha generado interesantes expectativas para los docentes madrileños y que, desde ANPE, valoramos positivamente.

El diálogo y la negociación, muy presentes hasta ahora en la gestión del titular de Educación, se han plasmado en un importante Acuerdo de Interinos, ya en vigor, y la negociación de un nuevo Acuerdo Sectorial para el personal docente de la enseñanza pública que debería haber sido firmado, aprobado en Consejo de Gobierno y publicado en el BOCM a finales de junio, para su aplicación desde el inicio del curso actual.  

El nuevo Acuerdo Sectorial debería haber sido firmado, aprobado en Consejo de Gobierno y publicado a finales de junio

 El caso es que estamos a mediados de octubre y la desconfianza y la duda ensombrecen esas expectativas, pues ha comenzado el curso y el Acuerdo no ha entrado en vigor, con el consiguiente perjuicio para el profesorado madrileño, que pregunta cuándo se aplicarán las mejoras que contiene y no comprende qué está pasando. Nosotros tampoco, cuando ya en 2015, al comienzo de la legislatura, la Consejería se comprometía públicamente a cerrar un Acuerdo Sectorial en el curso 2015-2016.

El fuerte interés por obtener el aval de las organizaciones sindicales de la Mesa Sectorial para el Acuerdo Educativo, utilizando como moneda de cambio el Acuerdo Sectorial, no nos parece el camino más conveniente. Las mejoras en las condiciones laborales de los docentes no pueden ser rehenes de intereses políticos ni estar vinculadas a otro tipo de acuerdos que trascienden la negociación sindical y las relaciones laborales de los docentes con la Administración.

Las mejoras en las condiciones laborales de los docentes no pueden ser rehenes de intereses políticos

En todo caso, independientemente de los vericuetos o caminos por los que se quiera hacer transitar al futuro Acuerdo Sectorial docente, su promulgación no se puede demorar más y debe aplicarse con efectos retroactivos desde septiembre, ya que si no el profesorado se sentirá burlado y reclamará una movilización en defensa legítima de sus intereses. Aun así, muchos beneficios perdidos hasta su entrada en vigor, por ejemplo en cuanto a aspectos relevantes para los docentes como los permisos y licencias, son una mengua de la cual no podrán recuperarse, un perjuicio infligido injustificadamente, cuando ya hace cuatro meses que organizaciones sindicales y Administración habíamos logrado un consenso unánime.

Esperamos que la incógnita se despeje cuanto antes y que la vinculación de un acuerdo con otro no sea un elemento dilatorio o esconda realmente un problema presupuestario que no se quiera reconocer. El profesorado es el elemento clave del sistema educativo madrileño y es de justicia que comience ya a recuperar las condiciones laborales y económicas perdidas.