Reconocimiento a D. Abel Martínez Oliva
ANPE-Madrid solicita la reprobación del suceso y la concesión de la Gran Cruz de Alfonso X
EL pasado 20 de abril, Abel Martínez Oliva, profesor del IES Joan Fuster de Barcelona, fallecía trágicamente a manos de un alumno de trece años, al defender a una compañera que resultó herida, al igual que otra docente y dos alumnos.
Abel Martínez, de 35 años, había nacido en Lérida y era licenciado en Historia. Impartía clases de Ciencias Sociales en este centro desde hacía solo diez días, en sustitución de una colega. Como tantos profesores interinos, se veía obligado a recorrer institutos de Cataluña, desplazarse muchos kilómetros, preparar nuevos temas constantemente, algo que hacía con suma responsabilidad y vocación. Compañeros y amigos elogiaron la pasión por la enseñanza de Abel, seguidor del Barça, aficionado a la música, los deportes y los cómics, con cuyos héroes fue comparado. Sus alumnos, conmocionados, enviaron numerosos mensajes de despedida.
El presidente nacional de ANPE, Nicolás Fernández Guisado, ha solicitado en la Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado la concesión, a título póstumo, de la Gran Cruz de Alfonso X para D. Abel Martínez Oliva, el docente muerto violentamente en el ejercicio de sus funciones. El Consejo Escolar del Estado ha enviado sendas cartas al centro y a la familia del fallecido, expresando sus condolencias y anunciando que solicitará al Ministerio que inicie cuanto antes el proceso para otorgar esta alta distinción.
Por su parte, Francisco Melcón Beltrán, presidente de ANPE-Madrid, también ha solicitado que sea sometida a la consideración de la Comisión Permanente del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid la reprobación por el trágico fallecimiento de este profesor y el apoyo a la resolución presentada por ANPE en el Consejo Escolar del Estado.
La Orden Civil de Alfonso X el Sabio se destina a premiar a las personas físicas y jurídicas y a las Entidades tanto españolas como extranjeras, que se hayan distinguido por los méritos contraídos en los campos de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia y la investigación o que hayan prestado servidos destacados en cualquiera de ellos en España o en el ámbito internacional, según establece el Real Decreto 954/1988, de 2 de septiembre, en su Artículo 1º.
Desde ANPE consideramos que la concesión de la máxima condecoración civil de España es un merecido homenaje al profesor, su familia y compañeros, y un reconocimiento a la callada y constante labor de los docentes que a diario ejercen su vocación en las aulas.