Fin de la legislatura 2011-2015, Comunidad de Madrid


Fin de la legislatura 2011-2015, Comunidad de Madrid

 

Manuel Diez Diez 2014

Manuel Diez Diez
Vicepresidente de ANPE-Madrid
Secretario estatal de Acción Social de ANPE


EL 24 de mayo se pondrá fin a una etapa que los ciudadanos madrileños evaluarán con su paso por las urnas. El voto libre y secreto calificará la gestión de nuestros políticos. Aprobarán o suspenderán en su estimación.

Los docentes haremos esa evaluación, en este caso a la Consejería de Educación, aplicando los criterios de evaluación que se han ido fijando a lo largo de la legislatura.

Haciendo una exposición de hechos, no valoración, si quiero resaltar lo que no es nuevo, pues en mis regulares artículos, en cuatro años, lo he venido exponiendo.

La Comunidad de Madrid, en mi opinión, ha optado durante toda la legislatura, por distinguirse en la falta de diálogo y en la búsqueda de consenso con los legítimos representantes del profesorado, los sindicatos. Es más con declaraciones poco afortunadas, de las altas instancias políticas, ha pretendido menospreciar su valor y restarles por tanto interlocución. Atrás quedaron los acuerdos firmados, de consenso, en 2005 y 2006. Es más, mucho de lo vigente, se ha roto unilateralmente por la administración regional.

Es evidente que nuestra Consejería de Educación, ha optado por el singularismo, es más, yo le llamaría “separatismo educativo”, si lo interrelacionamos con la forma de actuar del resto del Estado.

A los siguientes hechos, entre otros, o forma de proceder, me remito:

•  La única Comunidad Autónoma que no suscribió el Acuerdo de reconocimiento reciproco de actividades de formación, a efectos de validez del complemento de “sexenios” promovido por el Ministerio de Educación y firmado por éste y las 16 administraciones educativas restantes.

•  Decreto de ordenación de las listas de Interinos, no fue posible el acuerdo, con criterios completamente diferentes al resto, previa ruptura unilateral del Acuerdo de Interinos.

•  Reconocimiento de titulaciones y condiciones para habilitación de profesores interinos diferentes, dejando de dar validez a las que venían sirviendo durante décadas.

•  Examen de Oposición del Cuerpo de Maestros, completamente diferente, con la inclusión de una prueba común a todas las especialidades, optando a un cuerpo estatal.

•  Exigencia de un C1, acotado en titulaciones, para obtener la habilitación bilingüe, cuando en el resto de España se exige un B2. También hemos sido los únicos en traer “expertos extranjeros”, incluso antes de recogerlo la legislación docente.

No reconocimiento de la formación permanente, en el apartado de Otros méritos, para el baremo de oposiciones.

•  Acuerdo con universidades madrileñas, para que los estudiantes que accedan a matricularse en el Grado de Magisterio, tengan requisitos diferentes al resto del país. Se impedirá con esta medida que algunos de nuestros estudiantes se puedan matricular en Madrid. Si lo podrán hacer fuera y opositar en Madrid!

•  Solo reconoce los servicios a los funcionarios interinos, a efectos de trienios, los devengados en la comunidad de Madrid, desde las transferencias educativas, a pesar que las distintas sentencias judiciales le niegan esta forma de proceder.

•  No reconoce, de oficio, los sexenios a los funcionarios interinos. Todas las sentencias judiciales lo hacen.

•  Los docentes madrileños perciben las retribuciones más bajas, en general, y las más altas los equipos directivos.

•  La parte social de Mesa Sectorial de Educación se ha enterado reiteradamente de los asuntos que a ella le conciernen, por la prensa.

•  Los buenos resultados obtenidos por Madrid en el informe PISA se atribuyen en exclusividad a “las políticas”.

•  Madrid inicia la política de recortes educativos, de ahí el resurgimiento de la “marea verde”. Por desgracia esto fue copiado por el resto.

Podría seguir, pero para muestra, creo que es suficiente. No entro en valoración, si constato una serie de hechos y la opinión, positiva o negativa, la dejo a interpretación de los compañeros.

En el plano sindical, sí plasmo un deseo al nuevo gobierno, que elijan los ciudadanos, y que por tanto me merecerá el máximo respeto, de continuidad política o de cambio. Con negociación, pacto y diálogo, se avanza. Con imposición, confrontación y provocación, se retrocede. ¡Al menos en motivación!