El nuevo Acuerdo Sectorial sigue esperando


El nuevo Acuerdo Sectorial sigue esperando

 

Manuel Diez Diez 2014

Manuel Diez Diez
Vicepresidente de ANPE-Madrid
Secretario estatal de Acción Social de ANPE

El pasado mes de mayo, se conformó un nuevo gobierno autonómico. Ya en el mes de julio se anunciaron cambios de proceder y buena disposición a la negociación. 

Después de ocho años de imposición, falta de diálogo, cerrazón y cierta actitud poco proclive al reconocimiento de la función sindical, la acogida se hacía cuando menos esperanzadora. Se prometieron cambios y se comenzó a hablar. En la pasada revista decía: negociar es avanzar. Por desgracia, a día de hoy, los avances son mínimos o casi inexistentes, si exceptuamos la consecución de algunos cambios importantes en el desarrollo de la formación y el inicio a la modificación de la orden que aislaba a Madrid, formativamente del resto de España y en el tema de interinos. 

A comienzo de curso, se nos prometió un nuevo acuerdo sectorial. A día de hoy, siete meses después, estamos como antes de la promesa. A todo equipo de gobierno que comienza, se le suelen conceder los famosos cien días de gracia. ¡Plazo cumplido! 

nuestra2¿Seguimos esperando? Pienso que no. La situación laboral y los beneficios sociales de los docentes se han deteriorado, con las medidas introducidas por los recortes y es el momento de revertirlas. El Acuerdo Sectorial de 2006, ha quedado prácticamente anulado y ahora que, por lo menos previo a las elecciones, se nos ha anunciado la recuperación económica, hay que predicar con el ejemplo, haciendo las promesas realidad.

Se han concluido las Jornadas de debate en el seno del Consejo Escolar en pro de la consecución de un “Acuerdo de transformación Educativa”. Filosofar, debatir, razonar, reflexionar está muy bien, pero con una base real previa de punto de partida. Debemos saber con los medios y recursos, humanos y materiales, con los que contamos, para hacer efectivo el contenido del debate. En caso contrario, nos habremos simplemente, ocupado, entretenido y perdido el tiempo.

Urge adoptar medidas concretas, que deben figurar en un inminente Acuerdo Sectorial, en el sentido de:

  • Dotar de estabilidad a las plantillas de los centros, trans­formando el empleo interino y precario, en empleo estable. Para ello hay que convocar amplias ofertas de empleo público docente ¡En este sentido, no hemos empezado mal!
  • Reducir la alta provisionalidad de muchos funcionarios de carrera, sacando todas las vacantes existentes al Concurso de Traslados.
  • Recuperar los cupos de plantillas mermados por los recortes, adaptándolas a la realidad y necesidad de cada centro.
  • Ya hemos ordenado equilibradamente, con mejora de condiciones laborales, la regulación de las listas de aspirantes a interinidad ¡Faltan varios aspectos económicos!
  • Restaurar las ayudas sociales y asistenciales existentes, así como las de formación, incluyendo las licencias por estudio retribuidas. Reconocidas legalmente e inexistentes en la actualidad.
  • Mejorar las condiciones laborales con reducción de horario lectivo y disminución de ratio. Por diferentes motivos, cada día es más difícil realizar la tarea educativa y si a ello le añadimos más horas y más alumnos, la dificultad va camino de la imposibilidad.

Los docentes, como trabajadores que somos, tenemos derecho a los permisos derivados de la conciliación de la vida laboral y familiar que tiene el resto de colectivos. Los motivos pedagógicos son muy importantes, pero nunca pueden impedir los derechos laborales. Se puede y se debe compatibilizar. Para ello, también ¡hay que querer! Llevamos cinco meses “mareando la perdiz” en este sentido. Eso sí, nos hemos entretenido…

Termino, como comencé en la pasada revista. Como no estamos avanzando, no queda otra opción que decir que: no estamos negociando. ¡Acuerdo de interinos aparte!