Comienzo de curso:
Reflexiones para el futuro
Manuel Diez Diez
Vicepresidente de ANPE-Madrid
Secretario estatal de Acción Social de ANPE
Dice el dicho español, que de los errores se aprende, también de los informáticos. Es la pura verdad, pero para ello hay que, en primer lugar, reconocerlo y en segundo, querer. Pero ¿y de los errores de gestión?
Llevo 30 años viendo comienzos de curso en Madrid y no recuerdo otro tan desorganizado, por ser benévolo en el calificativo, como el presente. Ciertamente cuando se informa del calendario escolar hay buenos propósitos sobre tener completas las plantillas a comienzo de curso, no habiendo pasado nunca de la intención, pero como este curso ninguno. Creo que no habría ni un solo centro de la Comunidad de Madrid, con la plantilla al completo, más bien se podría afirmar que como media faltaban cuatro o cinco profesores por centro, en los IES, más, y con más de mil centros, son varios miles de profesores ausentes. Sencillamente creo que esto es algo más que error informático. Algo habrá que decir algo, sobre la gestión, aunque pedir perdón por eso quizás no entre en el lenguaje político.
Es muy fácil buscar oportunismo y titulares de prensa “los interinos son gente sin preparación” “no trabajará ningún profesor que no haya aprobado la oposición” y a falta de datos oficiales, están trabajando en esta situación más del millar, y otros miles con varios años de experiencia, en el paro, “el 72 % de los maestros que se presentaron al proceso selectivo, no han superado la prueba de conocimientos generales”, no se dice que pudiera estar mal diseñada en el tiempo, ya que más del 90 % no le dio tiempo a terminarla, tampoco los aprobados,” hablaré con los rectores para cambiar los planes de formación…. “, titulares y más titulares ¿y de la gestión…? Como es posible que no haya más que el titular: “perdón por los errores informáticos”. No estaremos tan mal preparados los maestros cuando en la sociedad somos de la profesión más valorada. Ese no es el debate social, quizás sí lo sea el de la actuación y la actividad de la clase política, en general.
Hubo un empecinamiento por cambiar la forma de baremación de las listas de interinos, algunos lo avisamos: no va a haber suficientes interinos en lista al comienzo de curso y no se va a mejorar la calidad del sistema educativo con esta fórmula. Lo primero ya ha quedado demostrado, lo segundo, se demostrará. Eso sí, hay miles de compañeros con buenos rendimientos en los centros, demostrado, y con varios años de experiencia, que ahora engrosan las listas del paro.
Existe otra obsesión que también la hemos denunciado reiteradamente: en los centros no bilingües, no hacen falta tantos profesores de la especialidad de inglés, aquí son cómplices los directores de los centros, que como les dejan, lógicamente, van a lo fácil. Con ello se está cometiendo, a mi entender, un fraude al sistema de provisión, no se puede ofertar un puesto por la especialidad de inglés e impartir el 75 % de horario por la especialidad de primaria. Está ocurriendo. Perjudicados los funcionarios en prácticas de esa especialidad que están haciendo sustituciones, los integrantes de la lista de interinos de primaria, que con una buena nota en la oposición están sin trabajo y los funcionarios de carrera definitivos que ven mermado seriamente su derecho a la movilidad.
Nada contra el aprendizaje del inglés, todo lo contrario, todo para fomentarlo. Todos los maestros de inglés necesarios para impartir la materia, pero no para de forma generalizada impartir otra.
Después de todo esto, no cabe otra cosa que la reflexión, profunda y serena, y ya se sabe aquello de “rectificar es de sabios”. Eso sí habrá que comenzar por reconocer los errores. Tenemos todo un curso para preparar el comienzo del nuevo, pero hay que empezar a actuar, debatir y negociar con los representantes del profesorado aquellos elementos que mejoren el funcionamiento y organización de los centros. El actual decreto de interinos, no va en esa dirección.
Desde ANPE siempre estaremos con ese afán constructivo que nos caracteriza, aportando propuestas de mejora, pero para ello hay que tener voluntad de receptividad y ¡por supuesto! Convocar la Mesa Sectorial.