Cogiendo flores
Carolina Fernández del Pino Vidal
Vicepresidenta de ANPE-Madrid
Un padre y su hija pequeña paseaban por un parque cuando la niña cortó una flor, a lo cual su padre le recriminó: “No debes hacer eso. ¿Qué pasaría si todo el mundo cogiese las flores?” |
Esta anécdota fue utilizada por una socióloga para contrarrestar la opinión de que un voto no importa. Es verdad que un solo voto no decide unas elecciones, pero también es verdad que en unas elecciones el fenómeno de la abstención permite que unas pocas personas, las más ideologizadas y activas, decidan por la gran mayoría.Como profesora, entiendo los motivos por los cuales muchos docentes consideran irrelevante votar el día de las elecciones sindicales. Si ya parece generalizarse la creencia de que los partidos políticos van a lo suyo, no resulta llamativo que se vea a los sindicatos como organizaciones prescindibles. Estando yo sentada en la sala de profesores, a veces llegaban sindicalistas que, con tufo a fanatismo, irrumpían en la sala de profesores, interrumpiendo mi momento de tranquilidad, a darnos un mitin. Sentía que me estaban adoctrinando e invadiendo mi espacio para hablarme de cosas totalmente ajenas a mi realidad.¿Cómo, entonces, acabé en una organización sindical?
Mi relación con ANPE coincidió con la creación, en 2005, del Defensor del Profesor. Entré a formar parte de ANPE porque me convencieron de que creían en la educación pública, de verdad.
Cada vez que nos abstenemos, permitimos que otros decidan |
Mucha gente cree en la educación pública –o eso dice–, pero para mí es la única herramienta que permite que todo el mundo, cualquiera sea su procedencia, tenga acceso a desarrollarse como persona, cumpliendo unos mínimos, y lo que es más importante, permitiendo que lleguen a lo máximo.
Por eso estoy en ANPE, porque creo firmemente en una educación de calidad y que:
Cuando estaba en el aula, no acababa de darme cuenta de la importancia que tenía votar en las elecciones sindicales. Por eso, comprendiendo lo que sienten los profesores, quería buscar una forma distinta de transmitir su importancia sin tener que recurrir a las razones de siempre: “es un derecho”, “es un deber”, “es la forma de…”. Estuve buceando en internet y algunos artículos me hicieron reflexionar.
Si no voto, también voto |
Cada vez que nos abstenemos, permitimos que otros decidan por nosotros.
Hay personas para las cuales el pronunciamiento electoral es una cuestión ideológica, casi de índole religiosa, y siempre votan. Un “no voto” puede permitir que quienes no comparten nuestra idea de una educación pública de calidad acaben representándonos.
Por ejemplo:
100 personas tienen derecho a votar, pero serán 51 personas las que decidan el resultado.
Si votan 60, solo 31 personas deciden.
Si solo votan 30, 16 personas de un total de 100 eligen nuestros representantes.
Si la abstención es alta, como suele ocurrir en las elecciones sindicales, un porcentaje nimio del profesorado decide quién le representa y acaba ocurriendo que las personas más ideologizadas y activas se convierten en la voz de todos.
Este hecho lo pueden constatar los colegios que proponen la jornada continua. Con el requisito de que el 75 % de los padres tiene que participar, es casi imposible que la propuesta salga adelante. Las AMPA, que no suelen representar ni de lejos a la mayoría de los padres, se movilizan rápidamente para matar cualquier posibilidad de que salga adelante el procedimiento, incluso hasta la de que se plantee. Una vez más, la minoría activa se impone a la mayoría silenciosa.
Dependemos del voto racional, |
ANPE no está comprometido con una ideología política. Es un sindicato independiente, sectorial, profesional, de servicios. Somos docentes de la red pública. Nuestros afiliados y afines no están unidos a nosotros por un vínculo ideológico y, por tanto, no suelen ser muy activos. A algunos les parece que votar por ANPE es como votar a su médico de cabecera.
Dependemos del voto racional, no del pasional y cautivo, y eso determina que la abstención sea para nosotros especialmente perjudicial.
Por eso os pido, si compartís nuestra visión, si queréis un sindicalismo profesional exclusivamente del sector de educación y solo de la pública, si consideráis que damos un buen servicio, por favor salid a votar el día 4 de diciembre y ayudadnos a seguir trabajando por vosotros.
Estaba teniendo serias dudas de si votar en las próximas elecciones a la Comunidad y en las nacionales…, pero acabo de darme cuenta de que, si no voto, también voto.