Pedro Fernández-Cañadas Freire
Secretario de Formación
ANPE-Madrid está a favor de una educación presencial, pero con garantías en cuanto a seguridad sanitaria, tanto para el profesorado como para el alumnado y sus familias. La enseñanza presencial es insustituible e indispensable para todos los alumnos. Sin embargo, la actual situación de pandemia nos ha llevado al uso de recursos digitales y de la enseñanza online. Aunque no es sustitutoria, la educación telemática amortiguó el impacto provocado por el cierre de los centros. El esfuerzo de los docentes se multiplicó durante el periodo del confinamiento en el uso de recursos educativos en la red.
El proceso de globalización mundial exige el desarrollo
conjunto de la competencia digital, un cambio que se hace cada vez más evidente
en nuestro entorno. En las dos últimas décadas, la transformación tecnológica
ha experimentado grandes avances. Un ejemplo sería que en el año 2000 no
contábamos con plataformas como YouTube, con millones de usuarios y contenido
utilizado en el ámbito educativo. Es evidente que la digitalización de la
sociedad y su desarrollo competencial tecnológico son aspectos fundamentales a
tener en cuenta dentro del currículo. El objetivo es preparar a nuestro
alumnado para un mercado laboral mayormente telemático y la sociedad del
futuro. Para ello, es necesario asignar tiempo para su aprendizaje, recursos,
estímulos y un feedback positivo de la comunidad educativa que genere una
evolución acorde.
Por tanto, la implantación de aulas virtuales y el uso de
diversas herramientas tecnológicas por parte de la comunidad educativa más que
posibilidades son necesidades. Es cierto que el uso de estas aulas hace tiempo
que se viene implementando en muchos centros, pero la pandemia y el confinamiento
por el COVID-19 han llevado a todo el sistema educativo a la docencia a
distancia, dejando de manifiesto la escasa atención que se ha prestado al
desarrollo de la competencia digital.
Por otra parte, la necesidad de una docencia telemática ha evidenciado las carencias de una plataforma acostumbrada a un ritmo de trabajo inferior al demandado por el confinamiento. Además, no sólo se han de tener en cuenta las dificultades técnicas propias de la plataforma. La escasez de dispositivos o la obsolescencia de los mismos han dificultado la labor docente y el trabajo online entre el profesorado y su alumnado. No todos han podido afrontarlo con unos equipos apropiados. Hay que tener en cuenta que el acceso desde diferentes multidispositivos, la limitación de recursos o la conexión de los usuarios facilitan o entorpecen la enseñanza a distancia.
Tal y como se indica en el documento Instrucciones y recomendaciones sobre protección de datos personales para los centros docentes públicos de la Comunidad de Madrid, “los centros educativos deberán emplear para la actividad docente las herramientas y recursos tecnológicos que la Consejería de Educación y Juventud pone a su disposición como plataforma educativa corporativa (EducaMadrid)”. A través de dicha plataforma, el profesorado cuenta con acceso a servicios tales como una nube donde subir y almacenar información o una mediateca de recursos. Además, se han facilitado a los centros cuentas educativas de Microsoft con el fin de fomentar el uso del paquete de herramientas Office 365, incluyendo Microsoft Teams.
Entre las ventajas que destaca la Comunidad de Madrid de su
plataforma EducaMadrid se encuentran el uso de un software libre de código
abierto, la supervisión de la información por parte del profesorado y que cumple
la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos
digitales. Es, por tanto, una plataforma que se aloja en servidores propios,
donde el material que se almacena está creado por y para profesores.
Todas estas ventajas en ocasiones se han tornado en
dificultades. Durante el periodo del teletrabajo, los servidores se han visto
sobrepasados, y esto ha provocado cortes y dificultades en el acceso a la
información y a las aulas virtuales. Por otro lado, el uso de programas de
código abierto ha presentado dificultades para los miembros de la comunidad
educativa, acostumbrados a entornos Windows, aplicaciones del paquete G Suite
de Google o programas de ofimática como los que podemos encontrar en el paquete
Office.
Además de lo anteriormente expuesto, contamos con una
plataforma con recursos insuficientes respecto a los que podemos encontrar en
diversas páginas educativas o plataformas digitales. Tendremos que esperar a
ver cómo se desarrolla el nuevo proyecto del Grupo Planeta e Intum, denominado
“Madrid 5e: currículo digital integrado”, presentado el pasado 28 de enero, que
da a los colegios acceso a contenidos y recursos curriculares de las
asignaturas troncales de 5º de Primaria a 4º de ESO. De momento, se ha podido
ver que a los alumnos de Infantil o a los escolarizados de 1º a 4º de Primaria
se les ha dejado fuera de este proyecto.
Es preciso seguir trabajando sobre las carencias mostradas
por la plataforma de la Comunidad de Madrid, si se quiere avanzar en este
camino, y prestar atención a la situación real y las demandas de la comunidad
educativa para adaptar EducaMadrid a modelos de referencia consolidados. Por
tanto, se han de tener en cuenta las herramientas digitales con las que tanto
el profesorado como el alumnado podrían alcanzar los objetivos propuestos,
transmitiendo y construyendo conocimientos, además de incrementar su desarrollo
competencial.
Los docentes de muchos centros educativos de nuestra
comunidad, ante los problemas de acceso a EducaMadrid, han permanecido junto a
su alumnado en estos momentos de dificultad reinventándose y utilizando vías
alternativas, como el uso de aulas virtuales.
Ni todo el alumnado ni todo el profesorado cuentan con la
misma capacidad de hacer frente a la enseñanza virtual. La manera de optimizarla
al máximo pasa por el desarrollo generalizado, en el ámbito educativo, de la
competencia digital.
La comunidad educativa ha encontrado otras plataformas alternativas a EducaMadrid con entornos más intuitivos y valorados por su versatilidad y accesibilidad. Una de las más conocidas es Google Classroom, una herramienta multiplataforma a la que se puede acceder desde dispositivos móviles, tablets u ordenadores independientemente del sistema operativo (Windows, Mac o Linux). Es cierto que, tal y como se publicó en la web de la Delegación de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid el 16 de julio de 2020, una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que invalida el “Escudo de Privacidad” o “Privacy Shield”, donde se mencionan compañías como Google, Microsoft o Adobe con servidores de EEUU, determina que el marco de protección jurídica que así se ofrece es insuficiente, y como consecuencia la única manera de equipararlos es mediante cláusulas contractuales que confieran a la prestación de servicios las garantías que el RGPD exige. Sin embargo, el Centro Criptológico Nacional, en Google Classroom. Seguridad y Cumplimiento Normativo, indica que “las medidas de seguridad pueden considerarse satisfechas, dada la antedicha conformidad certificada de Google Classroom con el ENS”.
Aunque Google Classroom posee una interfaz ligada a un
entorno familiar como es el de Google, algo que la hace accesible a todos los
usuarios, no deberíamos depender de compañías como esta, ya que pueden cambiar
su filosofía de trabajo de la noche a la mañana.
Si la seguridad de los datos impide el uso libre de plataformas y el objetivo es generalizar el empleo de EducaMadrid, ¿por qué no se toman como referencia Google o Microsoft, para crear un entorno similar y dar respuesta a la comunidad educativa?.
La enseñanza presencial es insustituible e indispensable para todos los alumnos