Soy Luis: un error informático


Soy Luis: un error informático
A propósito de las oposiciones a docentes convocadas en Madrid

Pedro de Tena Sandía
Delegado de ANPE-Madrid

 

Hola, soy Luis y vivo a cuatrocientos cincuenta kilómetros de Madrid.

Este año me he presentado a las oposiciones de Magisterio que ha habido en la Comunidad de Madrid; esto me da derecho a estar en unas listas para trabajar como interino. Hay varias listas y van llamando por orden de preferencia, aunque a mí ya me han saltado varias veces. Me dicen que son gente que está habilitada o que pertenecen al grupo de minusvalía… En fin, no me preguntéis por qué estas cosas, ya que no me entero muy bien de cómo va esto. Creo que es un tanto complicado, me está costando más que estudiarme los temas.

Por fin me han citado para darme un trabajo como profe en un colegio. Pero he aquí mi sorpresa: después de un largo viaje me dicen que no me pueden dar dicho puesto debido a un error informático. Por consiguiente, me he tenido que volver a mi pueblo.

02---EDITORIAL

Al llegar al pueblo, mi abuelo, hombre nonagenario, me ha preguntado por esta vuelta tan repentina y le he explicado lo del error informático. Mi abuelo es un señor que fue secretario del ayuntamiento de mi pueblo. En su época todo lo realizaba a mano, no había ordenadores. Por esta razón, no llega a entender esto de los errores informáticos. Me ha propuesto que les comunique “a los de las listas” que él se ofrece voluntario para organizarlas y repartir las interinidades, eso sí, todo a mano. Yo le he comentado que no hace falta, que todo se arreglará, que cualquiera de los asesores –cargos de confianza– que tiene la Consejería están capacitados para resolver estos y otros problemas.

Pero es que mi familia está reñida con la informática. Un tío mío, que trabaja como profesor en un IES de Madrid, hace dos años, creo que también por otro error informático o algo así, tuvo un problema con los horarios e hizo más de lo que le correspondía. Recurrió dicho error y el juez le ha dado la razón. Pero claro –como dice mi abuelo–, que te den veinte mil duros (él sigue pensando en duros) y se dejen de razones, que las horas ya las has hecho.

Pero no queda aquí la cosa. Tengo dos primos que antes eran uña y carne, y ahora se pasan el día insultándose. A mi primo José, que en las listas va detrás de mi primo Paco, le han nombrado, por otro error informático, antes que a este. Esto ha generado un problema no solo ya entre ellos, sino que mis tíos, hermanos entre sí, están que no se pueden ver. Mi abuelo dice que menos mal que él lo único que tiene es su “retiro” y por poco tiempo; si no, sus hijos se matarían a machetazos.

Mi amigo Antonio y yo todo lo hacemos juntos: estudiar la carrera, las oposiciones… todo. Somos amigos desde la infancia. Como él ha aprobado las oposiciones y trabaja en un cole de Madrid, estoy muy atento a lo que está haciendo como maestro en prácticas, por si yo algún día… Me dice que está siendo muy duro, que nadie desde la Delegación le orienta con lo que tiene que hacer. Que solo gracias a la ayuda desinteresada –ya que no reciben nada a cambio– de todos sus compañeros está sacando este inicio de curso adelante. Unos le proporcionan el trabajo que realizaron cuando estaban en su situación; otros programaciones; pero dice que lo que más le ayuda son las orientaciones y los consejos diarios que le dan.

Nuestro amigo Pepe, otro inseparable que nos escucha todas estas conversaciones, está muy asustado. Piensa que cuando se presente para profesor de mecánica del automóvil no va a aprobar jamás. Siempre dice lo mismo: “entiendo mucho de mecánica, pero como me pregunten de qué están hechas las piezas o de dónde se extrae el material, no apruebo nunca. Ahora, de funcionamiento de motores no hay quien me gane”.

Hoy 10 de octubre de 2013 he tenido una pequeña satisfacción. Estaba viendo “Saber y ganar”, este programa donde participan los más “listillos” de España; les han hecho seis preguntas sobre ríos y solo han contestado una bien, yo me sabía cuatro. Igual no soy tan zoquete.

En fin, cosas de docentes.