Los otros deberes
Andrés Cebrián del Arco
Secretario de Organización
El pasado 20 de noviembre se celebró, como todos los años, el Día Universal de la Infancia, fecha en la que se conmemora la aprobación en la Asamblea General de la ONU de la Declaración de los Derechos del Niño redactada por UNICEF en 1959. Dicha declaración se basa en diez principios fundamentales: Igualdad, Protección, Identidad, Alimentación, Vivienda y atención médica, Integración, Amor, Educación, Auxilio, Amparo y Solidaridad e incluye, además de derechos, una serie de deberes o responsabilidades que los niños y adolescentes deben cumplir.
Vivimos en una sociedad sobreprotectora en la que solo parecen importar el bienestar y la felicidad inmediata de los más pequeños. Todo vale para conseguir esos objetivos y nos estamos olvidando de que no son incompatibles con el cumplimiento de unos mínimos deberes y obligaciones esenciales para la formación integral de adultos maduros y responsables.
La Declaración de los Derechos del Niño de UNICEF estableció, entre otros, los siguientes deberes:
Respetarse entre ellos de manera humana, independientemente de raza, sexo, religión o cualquier otra condición.
No maltratarse entre ellos ni hacerse daño físico.
También la propia ley española, en concreto la Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia recoge, en el capítulo III, una serie de deberes que los menores tienen que cumplir en su entorno familiar, educativo y social. Entre otros, destacan:
El periodo de vida que abarca la etapa estudiantil es fundamental y marca las bases de la personalidad futura. Es muy importante inculcar en los niños y adolescentes valores claros de respeto, responsabilidad y esfuerzo, que les guíen en su vida adulta y les preparen para todo aquello que se puedan encontrar en el futuro. Los padres no van a estar siempre protegiéndoles. Madurarán y el esfuerzo realizado durante su aprendizaje les ayudará a saber resolver situaciones, conseguir lo que se propongan y sentirse satisfechos con lo que hagan.
El cumplimiento de los deberes y el esfuerzo necesitan de un entrenamiento basado en la creación de hábitos y responsabilidades a través de la constancia. Es misión de padres y profesores hacer ver a los niños que igual de importantes son los derechos y las obligaciones, que deben estudiar y formarse, asistir a clases con puntualidad, participar en ellas, respetar la autoridad del profesor, respetar su labor educativa y realizar las tareas encomendadas.