Carta del presidente de ANPE-Madrid al presidente regional
Excmo. Sr. D. Ignacio González González Madrid, 30 de octubre de 2014. Excmo. Sr. Presidente: El pasado 26 de noviembre, el ministro de Hacienda realizaba el preocupante anuncio de la quinta congelación del sueldo de los funcionarios para 2015 y manifestaba que iba a proceder a la devolución del 25 % de la paga extra a los funcionarios de la Administración General del Estado, medida que podría aplicarse en las demás administraciones. De este modo, ha dejado la puerta abierta a que puedan proceder de igual forma las comunidades autónomas, si ello no afecta al objetivo del déficit. Los docentes hemos sufrido en Madrid una reducción del 30 % en nuestro poder adquisitivo en los últimos cuatro años, como consecuencia de la rebaja del sueldo entre un 5 y un 10 % en 2010, las sucesivas congelaciones salariales y la injusta supresión de la paga extra de 2012. Esta congelación va a suponer un duro golpe a las condiciones de trabajo del profesorado de la enseñanza pública, uno de los colectivos más castigados por la política de recortes y por la pérdida de derechos retributivos, laborales y sociales en los últimos años. Quiero transmitirle la necesidad de que se materialice de forma inmediata, de igual forma que en otras comunidades, la devolución de oficio de la parte de la paga extra correspondiente a los cuarenta y cuatro días que median entre la fecha en que se devengó el derecho a su percepción y la fecha de promulgación del Real Decreto 20/2012, aspecto sobre el cual ya hay sentencias inequívocas que consideran que el descuento de esos días no se ajusta a derecho. Por otro lado, es preciso que se promueva en nuestra comunidad un proceso negociador urgente con las organizaciones sindicales representativas, incluidas las del sector docente, para alcanzar un acuerdo sobre la forma y los plazos para hacer efectiva la devolución íntegra de la paga extra injustamente suprimida, máxime cuando aún no se ha tomado ninguna medida para adelgazar la estructura político-administrativa de la comunidad ni suprimir entes públicos de dudosa utilidad, como infructuosamente reclama la ciudadanía. Abogamos también por la eliminación de la tasa de reposición de efectivos fijada por ley para la educación, de forma que pueda transformarse el empleo precario en estable. Madrid necesita reducir la altísima tasa de eventualidad en las plantillas docentes –un 25 % de profesores interinos–, pues las necesidades de contratación superan ampliamente la limitación que impone esta tasa en la actualidad y el 50 % que anuncia el Gobierno para 2015 en sanidad y educación. Es preciso que usted, como máximo responsable de la Comunidad de Madrid, impulse medidas que reviertan los recortes en la educación de los últimos años, que han incidido tan negativamente en el funcionamiento de los centros educativos públicos y su profesorado. A la pérdida de derechos retributivos se unen cuestiones muy sensibles, como el aumento de las ratios escolares, la pérdida sustancial de derechos laborales y profesionales consolidados por los profesores, el deterioro de la calidad educativa, al dejar sin sustitución los diez primeros días de cada baja por enfermedad, la exigua oferta de empleo público docente y la tasa de reposición de efectivos docentes, entre otros muchos perjuicios que deben contrarrestarse sin demora. Ante la inminente aprobación de los presupuestos de la Comunidad de Madrid, y ahora que se proclama que transitamos de nuevo por la senda del crecimiento económico, es preciso un aumento de la inversión educativa y que se destinen partidas presupuestarias para revertir los efectos de esos recortes sobre la educación y su profesorado. Por ello, le pido que para 2015 considere entre sus prioridades la mejora de las condiciones sociolaborales de los docentes de la enseñanza pública, la reversión de las medidas que afectan a la forma en que se presta el servicio educativo y la compensación salarial del IPC acumulado en esta legislatura, para rectificar la tendencia a la baja en sus retribuciones en los últimos años. Sin otro particular, reciba un cordial saludo, Francisco Melcón Beltrán |