Carolina Fernández del Pino Vidal
Vicepresidenta de ANPE-Madrid
ANPE-Madrid lleva reivindicando el pago de las tutorías para el Cuerpo de Maestros desde antes de 2011, cuando se reguló este complemento de productividad para el Cuerpo de Secundaria.
La Orden 3011/2011, de 28 de julio, de la Consejería de Educación y Empleo, por la que se regulan determinados aspectos de la tutoría de las enseñanzas de Educación Secundaria en los centros docentes de la Comunidad de Madrid establece en su artículo 3.1.1 que:
Los criterios objetivos para la asignación de productividad de las tutorías se establecen en la letra G del anexo de la Orden de 3 de febrero de 2014, de la Consejería de Economía y Hacienda:
Es evidente que los criterios que se utilizan para justificar el pago de este complemento en Secundaria pueden aplicarse a las funciones del tutor en Primaria.
Las tutorías conllevan, tanto en Primaria como en el resto de enseñanzas, un sinfín de responsabilidades. Convierten a los docentes en psicólogos, burócratas, administrativos y relaciones públicas; requieren que sean capaces de tener presente en cada momento la situación, tanto educativa como personal, de cada alumno y su familia; hacen necesario que transmitan esta información al resto de docentes del alumno, para finalmente coordinar una respuesta educativa conjunta.
Una ingente cantidad de tiempo, esfuerzo, papeleo y burocracia del día a día de los docentes se dedica a la función tutorial.
Si finalmente se negocia y se consigue que se abone este complemento al Cuerpo de Maestros, sería un gesto positivo por parte de la Administración, un reconocimiento a la labor de los maestros y desde luego merecido, por todo lo expuesto.
Pero las tutorías de Primaria solo son la punta del iceberg.
Desde ANPE-Madrid venimos denunciando que las retribuciones de los docentes madrileños deben ser actualizadas. Tal como denunció Andrés Cebrián del Arco, presidente de ANPE-Madrid, en su artículo “Equiparación salarial docente”, Madrid se sitúa en la última posición de los pagadores, colocando a los docentes madrileños como los peor pagados de todo el Estado. 1
Y sin embargo vivimos en una de las comunidades con mayor coste de vida. 2
En mi artículo en el Buzón de Alcance del pasado enero, “Faltan profesores. ¿Por qué será?” 3, incluyo como una de las causas las retribuciones, especialmente si las comparamos con las de otras carreras profesionales que requieren estudios iniciales similares, y también el elevado número de horas lectivas, unido a un incremento exponencial de la burocracia, las ratios elevadas, la falta de reconocimiento social, y la percepción de estar desprotegidos frente a los padres y la Administración en general. Asimismo, en el artículo “Ocho reformas educativas, una media de una cada cinco años” 4, mencioné el efecto negativo de las ocho reformas educativas. A estos factores podemos añadir el estrés, la falta de proyección profesional y la ley de incompatibilidades.
La falta de profesorado es un problema al que se están enfrentando todos los países, tanto de la OCDE como del resto del mundo. Cada vez menos universitarios eligen los estudios iniciales necesarios para dedicarse a la docencia. Y ya se ha detectado que un porcentaje significativo abandona estos estudios para perseguir otras opciones.
Hay, además, dos circunstancias que incrementan la urgencia de buscar soluciones.
La primera es que la edad media del profesorado va aumentando. Casi un tercio de los docentes de Secundaria tiene entre 50 y 59 años. En Primaria, un 56 % tiene entre 40 y 59 años. 5
Otro factor que podría ser significativo es que el 66,6 % del profesorado en España son mujeres y en la Comunidad de Madrid representan el 74,8 %. Tradicionalmente las mujeres optaban por carreras profesionales que les permitían conciliar su vida laboral y familiar. Sin embargo, a medida que se han tomado medidas para favorecer la conciliación familiar y los roles familiares se han modificado, muchas mujeres se dirigen a ámbitos profesionales más competitivos y con mayor proyección profesional. Aún no hay estudios detallados al respecto, pero ya hay investigadores que están señalando esta realidad como otro factor que influiría negativamente sobre los sistemas educativos.
Todos los estudios internaciones señalan, desde hace más de 20 años, que la calidad de la enseñanza reside fundamentalmente en la calidad del profesorado. Los requisitos para poder ejercer la profesión docente requieren una inversión en formación inicial elevada por parte de los futuros profesores y, sin embargo, las condiciones laborales, entre las que cabe destacar las retribuciones, no reflejan este esfuerzo.
La falta de profesorado afecta a todos los cuerpos y especialidades, pero es más significativo entre las especialidades de Ciencias y algunas de Formación Profesional y Enseñanzas Artísticas.
Retribuir la función tutorial es justo y necesario, pero es solo la punta del iceberg.
A nivel estatal, ANPE exige la negociación de la carrera docente y que se aborden las condiciones laborales del profesorado, pero Madrid debe acometer el incremento de retribuciones, si quiere ofrecer una educación de calidad y no enfrentarse a la falta de profesores en un futuro no tan lejano.
1 Andrés Cebrián del Arco, “Equiparación salarial docente”, Buzón de Alcance, mayo-junio 2018, núm. 198, pp. 3-5.
2 El Coste de la Vida en las Comunidades Autónomas, Áreas Urbanas y Ciudades de España, Alex Costa, Vittorio Galletto, Jaume García, Josep Lluís Raymond y Daniel Sánchez-Serra.
3 Carolina Fernández del Pino Vidal, “Faltan profesores. ¿Por qué será?”, Buzón de Alcance, diciembre 2020, núm. 208, pp. 5-6.
4 Carolina Fernández del Pino Vidal, “Ocho reformas educativas, una media de una cada cinco años”, Buzón de Alcance, enero-febrero 2021, núm. 209, pp. 5-7.
5Sistema estatal de indicadores de la educación 2020, Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Las tutorías conllevan, tanto en Primaria como en el resto de enseñanzas, un sinfín de responsabilidades