El empobrecimiento de los docentes




Carolina Fernández del Pino Vidal
Vicepresidenta de ANPE-Madrid

Carrera profesional

Este año se están incorporando al sistema madrileño, por los procesos selectivos de estabilización, muchos más docentes de lo habitual procedentes de otras Comunidades Autónomas.

Una vez incorporados, después de los primeros meses, han tenido tiempo de empezar a vislumbrar las diferencias en cuanto a condiciones laborales que existen entre sus Comunidades de origen y la nuestra.

Desde octubre han ido llegando correos a ANPE-Madrid preguntando por la ausencia de ciertos complementos retributivos y por las diferencias en cuanto a condiciones laborales. Unos cuantos preguntan por la carrera profesional docente.

Desde ANPE nacional llevan décadas exigiendo que se desarrolle a nivel estatal, pero no hay visos de que el Ministerio inicie, en un futuro próximo, las negociaciones. Sin embargo, hay Comunidades, como la Rioja, Castilla y León, Murcia y Baleares, que reconociendo que los docentes deberían, como funcionarios del Estado, tener acceso a la carrera profesional regulada en el Capítulo II del EBEP, han llegado a acuerdos con los sindicatos de las Mesas Sectoriales para adoptar medidas e intentar corregir la ausencia de la promoción profesional, dentro de las posibilidades de sus competencias.

En Madrid no existe una carrera profesional. Se habló de ella para endulzar las nuevas condiciones del año de prácticas. Parecía que iba a ser el primer paso para alcanzar un acuerdo que iba a desarrollar la carrera profesional docente, pero no ha tomado cuerpo en ningún otro aspecto y mucho menos en complementos retributivos.

Complemento de capitalidad

Tampoco existe un complemento de capitalidad para compensar el alto coste de vida que soportamos los madrileños. En el artículo Un índice del coste de la vida en las ciudades españolas de Víctor Forte-Campos, Enrique Moral-Benito y Javier Quintana, publicado en el Boletín Económico del Banco de España, el coste de vida de Madrid superaba en 2020 en un 20 % la media del resto de las conurbaciones del país.

En el mundo privado las empresas ajustan los sueldos teniendo en cuenta, entre otros factores, el coste de vida. De hecho, el artículo informa de que en Madrid los sueldos están un 45 % más altos que en otras ciudades de España. Esto en el caso de la empresa privada, ya que en el caso de los funcionarios esto no ocurre. Por lo que, aun en el caso de que tuviésemos las mismas retribuciones que en otras Comunidades Autónomas, seguiría existiendo una brecha del 20 % con respecto a docentes que trabajan en otras regiones.


Este 20 % se suma a las diferencias salariales que existen entre Comunidades. El Gobierno de Madrid niega que los docentes madrileños estemos a la cola en cuanto al salario. Suponemos que hacen el cálculo de las retribuciones incluyendo en la media todos los complementos de productividad que se han ido aprobando, pero si lo que tenemos en cuenta es el sueldo base más el complemento de destino, el especifico y trienios y sexenios, el sistema madrileño es uno de los que peor paga a sus profesionales de la educación.

Incompatibilidades

Otro asunto que pesa sobre la educación madrileña es la Ley de Incompatibilidades. Cada vez más docentes madrileños necesitan complementar sus sueldos con ingresos adicionales, impartiendo clases o desarrollando otra actividad fuera de su horario laboral. Sin embargo, las dificultades y la burocracia asociada a la incompatibilidad, además de lo restrictivo de la ley, impiden que muchos docentes puedan compatibilizar otra fuente de ingreso.

La Ley de Incompatibilidades es de 1984 y es hora de valorar si, después de 40 años y con los cambios que ha sufrido la sociedad, sobre todo en relación al precio de la vivienda, no sería necesario actualizar esta normativa.

Desde ANPE-Madrid llevamos avisando que la falta de profesores que ya se sufre en algunas especialidades de FP y Secundaria no solo va a ir en aumento, sino que además se va a extender a otras especialidades y cuerpos. Pero además, estamos seguros de que si las retribuciones no se mejoran, no solo teniendo en cuenta las de otras Comunidades, sino también el coste de vida, veremos cómo la escasez de profesionales, que ya es preocupante en nuestro país y en otros europeos, será aún más grave en Madrid, al no poder competir con las condiciones salariales que ofrecen otras regiones de España y por no ofrecer las retribuciones mínimas para poder afrontar el gasto que supone vivir en Madrid.