Evaluación final en sexto de Primaria
Cuestionarios de contexto
ANPE-MADRID ha rechazado los “cuestionarios de contexto” elaborados por el Ministerio de Educación para contextualizar los resultados de la prueba final de etapa de los alumnos de sexto curso de Primaria –y que la Consejería de Educación, Juventud y Deporte madrileña no ha completado o adaptado–, por considerarlos insuficientes para determinar las condiciones socioeconómicas y culturales del alumnado, y porque recogen una evaluación encubierta de la actividad docente y de los centros, al tiempo que ha denunciado que no se haya contado con el profesorado para su elaboración.
La evaluación final de sexto curso de Educación Primaria está prevista por la LOMCE. El Real Decreto 1058/2015, de 20 de noviembre, establece que irá acompañada por cuestionarios que “permitirán obtener información sobre las condiciones socioeconómicas y culturales de los centros para la contextualización de los resultados obtenidos”.
Sin embargo, la Resolución de 30 de marzo de 2016, de la Secretaría de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, da un paso más y establece que estos cuestionarios estarán dirigidos al alumnado de sexto curso, a las familias y a la dirección del centro docente. En ellos se incluyen preguntas que resultan insuficientes para un análisis objetivo del contexto socioeconómico y cultural, y se extienden a otras cuestiones de respuesta eminentemente subjetiva, que se formulan a los alumnos sobre la actividad docente y a las familias sobre el grado de satisfacción con los centros.
ANPE-Madrid, sin entrar a cuestionar la evaluación de las competencias adquiridas por los alumnos de sexto de Primaria al finalizar la etapa, ha manifestado su discrepancia con el enfoque sesgado de estos cuestionarios y se ha hecho eco del disgusto generalizado del profesorado de Educación Primaria ante los hechos siguientes:
- No contemplaban ítems relativos a los recortes de los últimos años, sobre todo en la educación pública, como dotaciones, plantillas de centros, partidas destinadas al funcionamiento y otras importantes cuestiones que son relevantes para contextualizar los resultados educativos de los alumnos de sexto de Primaria, aspectos que sí podría haber incluido la Consejería de Educación madrileña, cuando esta comunidad ha sido una de las más castigadas por los recortes.
- Algunos ítems poco o nada tenían que ver con las condiciones socioeconómicas y culturales de los centros, ya que propiciaban respuestas de alumnos y familias basadas en percepciones subjetivas y no en datos objetivos cuantificables, que de ningún modo podrían ser utilizadas ni estadísticamente ni para inferir conclusiones generales sobre la actividad docente y el funcionamiento de los centros, como “Explican durante la mayor parte de la clase”, “Sé lo que esperan que haga”, “Los profesores y profesoras de mi colegio son justos conmigo” o “Escuchan lo que tengo que decir”. U otras formuladas con total vaguedad y en un registro inadecuado, como “Se les da bien explicar”, “Me proponen hacer cosas interesantes”, “Hacen diferentes cosas para ayudarnos a aprender”.
La resolución citada establece que las administraciones educativas podrán “aplicar cuestionarios dirigidos a otros colectivos”, además de los indicados, pero la Consejería de Educación, aun conociendo que los cuestionarios exceden el marco socioeconómico y cultural, y que constituyen una evaluación parcial y colateral del sistema educativo y una encuesta de satisfacción de las familias, podría haber recabado también el punto de vista del profesorado. A la vista de lo acontecido, poco o nada interesa en el momento actual.
ANPE-Madrid considera fuera de lugar estos cuestionarios, tal como fueron formulados, y ha exigido su retirada en la Comunidad de Madrid, por no cumplir la función que les asigna la Ley y focalizar en el profesorado el funcionamiento del sistema educativo.