Conversaciones con mi vecino Luis

Pedro de Tena Sandía
Delegado de ANPE-Madrid

Me llamo Paco y soy interino. Mi vecino del quinto, Luis, es un político de profesión. Ocupa un cargo de confianza en un ayuntamiento de nuestra Comunidad. Muchas mañanas nos encontramos en el garaje cuando vamos a llevar a los niños a clase. Casi siempre tenemos conversación sobre política. Le gusta que le dé mi opinión sobre las cosas que pasan en nuestra Comunidad. Dice que seré de los pocos que se leen los programas electorales. De hecho, él no se ha leído ni el de su partido. Me dice que teniéndome aquí le es suficiente. Yo le contesto que debo de ser el mayor imbécil del barrio: interino y leyendo programas… Hoy, como no podría ser de otro modo, hemos hablado de política. Me ha visto un tanto abatido y me ha preguntado qué me pasaba.

Luis. ¿Qué te pasa, Paco? Te veo un tanto decaído.

Paco. Pues que ayer salió el nuevo decreto de regulación de la lista de interinos.

Luis. ¿Y qué pasa con eso?Paco. Hombre, Luis, ¿tú nunca lees lo que pasa en tu comunidad?, eso que eres de deportes. Pues que si no apruebo el examen de oposición este año me voy a la calle, después de veintidós años dando clase.

Luis. Pero si tú ya lo has aprobado varias veces, ¿cómo te van a echar a la calle? Además, sé que eres buen profesor.

Paco. Pues así es. Como en la convocatoria pasada no pude estudiar, al dar María a luz en febrero y tener que dedicarme a los niños... Si en esta fallo, me voy a la calle. 

Luis.  Esto te pasa por no hacerme caso. Si hubieses seguido en política como yo, con lo que tú prometías, ahora no te pasaría esto. Mírame a mí: no llegué a terminar la carrera y ahora tengo un sueldo de cincuenta mil euros, y sin presentarme a elecciones.

Paco. Ya, te entiendo, pero eran incompatibles, al menos para mí, estudios, matrimonio e hijos. Además, tú sabes que cuando yo pienso que algo está mal lo digo y esto es otra incompatibilidad.

Luis. Bueno, si te echan, siempre puedes volver al calorcito del partido. Fuera hace mucho frío.

Paco. Déjate de bromas. La primera vez que me examiné de oposiciones fue en 1991. Saqué una nota de 8,25 puntos, pero no pude aprobar porque estaba el convenio de interinos que por tiempo de servicio llegaban a tener hasta seis puntos. Me dieron una interinidad en noviembre y eso me satisfizo. Sabía que acababa de entrar en el sistema. Y desde entonces he ido aprobando en todas las oposiciones que me he presentado. No me parece justo. Además, sabes que tengo tres títulos universitarios.

Luis. Quizá el problema sea ese, que no estés suficientemente preparado. 

Paco. Luis, que no está el horno para bollos.

Luis. Lo siento, era una broma. Sé de tu preparación.

Paco. Luis, ¿tú podrías hacerme un favor, traerme un informe sobre las titulaciones que tienen los concejales y las que tenéis los cargos de confianza? Si viene acompañado de los diferentes sueldos, miel sobre hojuelas. Y de paso, otro sobre las titulaciones que tenemos los interinos en Madrid, ya que la consejera no los proporciona.

Luis. Ahora el que está de cachondeo eres tú.

Paco. Sí, ¿verdad?

Luis. Por cierto, en el colegio de mi hijo la gente está muy enfadada, yo entre ellos.

Paco. ¿Qué pasa?

Luis. Se ha votado para lo de la jornada continua. Hemos votado el 66% de los padres y de estos ha salido un 92% que sí a la jornada. Nos dice la directora que no hemos llegado al número exigido y que no la conceden. Pero, ¿qué cachondeo es esto? Yo creía que estaba votando en el colegio y no para un cambio de la Constitución.

Paco. Te vuelvo a decir que debes informarte más, que no siempre voy a estar aquí, algún día me moriré y ¿qué va a ser de ti?

Luis. Tú sabes que en las elecciones locales pasadas votaron un 35% de los electores; nosotros obtuvimos un 45 % y gobernamos en mayoría. O sea que déjate de bromas y explícame.

Paco. Para que se inicie el proceso de jornada continua tenéis que votar dos tercios del total de los padres y ganar también por dos tercios. Además, debe ser un proceso que se desarrolle con una pulcritud legal que ya la querría yo para cualquier tipo de elecciones.

Luis. ¡Pero esto no puede ser!

Paco. Este es el momento de iniciar tu rebeldía política.

Luis. Déjate de bromas, que ahora fuera hace frío hasta en agosto.

Paco. Bueno, que yo tengo cuatro hijos y un horario fijo. ¡Ah! Y además estudiar. Que tengas buen día.

Luis. Igualmente, futuro político.